PZ07 - PLAZAS DE SEVILLA - LA PLAZA DE LA CONCORDIA




La Plaza de la Concordia de Sevilla se encuentra situada en el corazón del centro histórico de la ciudad, dentro de su distrito Casco Antiguo. Ubicada en el interior de un entramado de calles y plazas en una de las zonas más comerciales de la ciudad, se posiciona abierta y en el centro entre la emblemática plaza del Duque y la plaza de la Gavidia.
 A ella le llegan, por el lado norte, la calle Jesús del Gran Poder y la citada plaza de la Gavidia; por el lado oeste la calle Aponte; por su cara sur se abre a la plaza del Duque; y por su cara este a la calle Virgen de los Buenos Libros.


Descripción

Se trata de una plaza de planta prácticamente rectangular cuyo interior aparece organizada en distintos espacios. Así, al sur existe una zona con grandes árboles de sombra y bancos para el descanso, mientras que a sus lados aparecen otras zonas más abiertas y despejadas, con árboles de menor tamaño como el naranjo, estanque y pequeños paseos interiores.
En el ángulo nor-este se levanta la única edificación de esta plaza, la iglesia de San Hermenegildo.

Iglesia de san Hermenegildo

Perteneció al antiguo convento fundado en el año 1580 por la Compañía de Jesús y convertido en cuartel de Artillería durante el siglo XIX y principios del XX. Poco después sería en parte derribado para crear una plaza y ordenar las calles laterales, conservándose en la actualidad sólo la iglesia. Se cree que las trazas iniciales del edificio se deben a Juan Bautista Villalpando; no obstante con el tiempo sufriría una serie de transformaciones, hasta que en 1614 el jesuita Pedro Sánchez crea nuevamente la planta que comenzaría a edificarse en 1616, finalizando cuatro años más tarde las obras.
Su planta se inspira directamente en la Sala Capitular de la Catedral. Es de forma elíptica y se inscribe en un trapecio recto próximo al rectángulo. Muy interesante resulta su cubierta, realizada según una cúpula ovalada, cuyo centro la ocupa una cartela de la que parten doce nervios radiales, que se abren cuando apoyan en los muros, incluyendo en estos espacios imágenes religiosas.
La fachada se atribuye a Alonso de Vandelvira y se levanta en dos cuerpos de altura, con arcos de medio punto apoyados en pilastras pareadas entre las que se disponen hornacinas que albergaban las esculturas de los apóstoles y de los padres de la iglesia.